Empezaremos diciendo que aprender un nuevo idioma no es fácil para nadie, aunque realmente se cree que para algunas personas es un camino de rosas.
Cuando vemos que alguien domina una nueva lengua, entonces solemos pensar cosas como: «es que tiene mucha suerte», «es que se le dan bien los idiomas», «es que ha vivido en el extranjero», etc.
Ese «es que» es nuestra salvación para justificar el por qué nosotros no somos capaces de llegar a ese nivel.
Sin embargo, nunca nos detenemos a pensar, en el tiempo de su vida que esa persona ha invertido, para poder llegar a donde esta ahora mismo.
En este caso hablo en mi nombre, ya que no es que me moleste, pero me siento un poco mal cuando familiares y amigos, cada vez que me he presentado a un examen oficial de ingles, me han dicho cosas como: «buah, tu seguro que apruebas», «pero si eres una máquina con el inglés», etc.
Tienden a dar por sentado que voy a aprobar, y cuando apruebo, ni tan siquiera valoran el esfuerzo que he hecho para conseguirlo.
¿Por qué? ¿acaso no me he esforzado para llegar a donde estoy? ¿acaso el inglés es algo innato que corre por mis venas? ¿mi esfuezo no merece valoración por el simple hecho de que me tomo el aprendizaje de esta lengua de una manera distinta? ¿merece más recompensa alguien para quién resulta un proceso tedioso y solo se saca el dichoso título porque se lo exigen en su trabajo o estudios?
Pues no es así, porque mi trabajito me ha costado conseguir este nivel. Es verdad que «ese trabajo» puede ser más o menos duro dependiendo de la perspectiva en que lo miremos, pero a fin de cuentas es trabajo y tiempo que invertimos. Pero ojo, no lo invertimos en balde, estamos invirtiendo en nosotros mismos y eso no tiene valor.
Aquí está la clave, para aprender un nuevo idioma realmente nos tiene que gustar y tenemos que verlo como algo divertido, en caso contrario, vamos por mal camino. Tenemos que engañar a nuestro cerebro para que no se de cuenta de que estamos aprendiendo.
De ahí mi incesante insistencia en que buscarse una pareja para el intercambio de idiomas es primordial. Cualquier persona con la motivación suficiente, puede aprender un nuevo idioma sin problemas, siempre que las condiciones que le rodean sean las adecuadas.
Según mi punto de vista, es incluso mucho más interesante que irse al país nativo a aprender.
Y es que como mucha gente que lo ha hecho os puede contar, una vez que están allí, tienden a buscarse grupos de amigos que hablan su lengua. Y en el caso que tengan amigos de ese país, no suelen quedar con ellos cada día, lo que ralentiza mucho su proceso de aprendizaje.
En mi caso, antes de conocer a Norman, tengo que admitir que no me gustaba el inglés. Había estado estudiándolo desde que tenía ocho años, pero como no me motivaba lo que hacía, sólo estudiaba para aprobar un examen tras otro. El problema es que llegamos a unos niveles en que no se puede aprobar tan fácilmente solo estudiando y realmente nos tiene que gustar y debemos dedicarle tiempo. El tema está en que debéis establecer una estrategia que os permita conseguir vuestros objetivos.
Una vez que conocí a Norman y comencé a hablar con él cada día, fue cuando se me despertó el gusanillo por aprender más y más.
Esto ocurre porque cuando hablas con un nativ@ tu nivel mejora a pasos agigantados. ¡No hay mejor profesor que un nativo!
Llegas a un punto en que se convierte en «una droga» y cuanto más mejoras, mas quieres y así sucesivamente. ¡Yo ya no puedo parar!
¡No me malinterpretéis! Por supuesto que hay momentos en que te hundes, ¡not everything has been straightforward! (no todo ha sido un camino de rosas).
Para que os hagáis una idea, en mi caso, a los seis meses de estar hablando con Norman por Skype, noté una gran mejoría en mi listening.
¡Era capaz de entender todo! ¿Cómo era posible? Fue de repente, de un día para otro y metafóricamente hablando, sentí como se me destaparon los oídos.
No muchos meses después, ¡ya podía hablar perfectamente! (bueno perfectamente es un decir, nunca hablamos perfectamente, pero si que hablaba sin tener que pensar lo que iba a decir).
Todas las palabras comenzaron a venir a mi mente sin darme cuenta, y ya era capaz de mantener una conversación fluida sin ningún problema. El writing y speaking de la EOI no me asusta para nada ahora…
Como os podéis imaginar, mi autoestima se subió por los cielos, y me dije a mi misma: «Anabel, ¡eres un genio!
No ha pasado un año, and you’re already fluent in English! you can understand Norman perfectly well!
Sin embargo, no todo era tan bonito. Hay que decir que una vez me puse a ver vídeos en Youtube o películas, ya no podía entender todo tan bien.
Por supuesto pillaba muchas cosas, pero no podía entender tan bien como lo hacía con Norman, y eso me decepcionaba.
Y claro, después de haberme sentido tan arriba y de repente darme cuenta de que todo había sido un espejismo, estuve a punto de dejarlo
¿Qué sentido tenía poder entender a una sola persona porque estaba acostumbrada a su acento y timbre de voz y no al resto del mundo? ¿acaso iba a estar en una burbuja?
Entonces le dije a Norman que quería abandonar, y me contestó que estaba loca.
«¿Cómo vas a dejarlo ahora Anabel? ¿estás al borde de conseguirlo?». Él solía decirme «you’re almost there!», «don’t quit, please!»
Tengo que decir que lo que me frenó a la hora de tirar la toalla es que el español de Norman por aquel entonces no era muy bueno. Y claro, ¡ya se había convertido en uno de mis mejores amigos!
Imaginaos, tantas horas hablando… Si dejaba el inglés, ¿cómo me iba a comunicar con él?
Eso creo que me motivó más que nada, le hice caso y no lo dejé. Pensé en la mejor forma de mejorar el dichoso listening.
Me puse a ver vídeos en Youtube de todos los acentos posibles por haber e incluso me dio por ver vídeos cortos de unos tres minutos de duración y escribir en un documento de texto todo lo que decían.
Después se lo enviaba a Norman junto con el enlace y me ayudaba a entender lo que no pillaba.
Pero tengo que decir que aquel método me cansó, al igual que me cansa ver una película una y otra vez, anotando lo que no entiendo.
Para mí, lo único que funciona realmente, es hablar y chatear con nativos. Y por supuesto ver mis películas y series favoritas en versión original con subtítulos en inglés.
Como ya os dicho en otras ocasiones, este blog surge también con el objetivo de crearme un archivo de todas las frases y expresiones interesantes que voy aprendiendo.
Ya que conociéndome a mi misma, si me apunto todo en una libreta, me va a resultar aburrido hacer hincapié sobre la misma cosa una y otra vez.
Sin embargo, si todo lo que aprendo lo comparto en Facebook para que vosotros interactueis conmigo y luego lo tengo archivado en mi blog, eso hace que el proceso sea mucho mas natural y que machaque la misma cosa una y otra vez.
Para el que aún no lo sepa, lo que pretendo hacer es compartir frases en Facebook todos los días. Unas veces proporcionando la frase en español para que la traduzcáis al inglés y otras veces al contrario.
De vez en cuando también iré compartiendo material antiguo para refrescarnos la memoria y también os pondré a prueba con tests sobre errores comunes que cometemos los hablantes del castellano.
Si hay alguien a quien le resulte infumable en inglés y quiera una guía rápida para aprobar los exámenes de una vez y obtener el título sin mucho esfuerzo,
Todos sabemos que son unos exámenes completamente antinaturales y que para aprobarlos no basta con hablar inglés fluido (sobre todo para el C1). Tenemos que usar expresiones y vocabulario adaptados al nivel. Tengo que admitir que puede parecer complicado al principio pero no tenemos que saber todas las expresiones habidas y por haber. Hay ciertas expresiones que pueden ser aplicadas a todos los topics y esas son las que vamos aprender en este libro
Entonces que me decís, ¿me acompañáis en mi proceso de aprendizaje del inglés?
Por aquí os dejo también la página de intercambio de idiomas donde conocí a Norman: Pincha aquí
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